Al aire

Subiendo hacia el glaciar de Vatnajökull, en el parque nacional de Skaftafell (Islandia).

La ropa tendida ejerce un magnetismo especial sobre el objetivo de cualquier fotógrafo. Instintivamente, a lo largo de nuestros posts hemos recogido imágenes de ropa tendida en los balcones, patios y callejas de lugares que conocemos. Nos dimos cuenta de esa extraña atracción cuando el blog de Zsófi Porkoláb nos hizo el honor de enlazar una de nuestras entradas. También vimos con claridad entonces que, justo por ese atractivo inmediato, puede bordearse la trivialidad.

Heimaey, en las islas Vestman, lugar del que hace poco contamos una historia.

Lo que no es tan trivial es tender la ropa al aire libre de Islandia. Allí, a principios de agosto pudimos pillar al paso tan solo estas pocas imágenes.

Justo a la entrada de la playa de guijarros negros donde crecen las famosas columnas de basalto de Reynisdrangar, a pocos kilómetros de Vík. Al fondo, el gran glaciar de Mýrdal.

Heimaey

Heimaey. La herencia del héroe nacional Eiður Guðjohnsen es patente en el tendedero.

Heimaey

Esta granja cerca de Höfn, al sur de Islandia era también la casa de un pescador. Al morir éste, sus hijos encontraron otros usos para las viejas redes, boyas, flotadores y huesos de ballena. Vale la pena notar el protagonismo que se da a los troncos y ramas de los árboles en una tierra que carece de ellos.




¿Cómo sería esta canción si la hubiera escrito un islandés en lugar del catalán Feliu Formosa?


Hèctor Vila: «Cançó de la roba estesa». Del disco, Port d’amour.

La roba estesa

de la gent pobra,
als patis foscos
i als descampats
coneix l’angoixa

dels dies grisos,
sap l’enyorança
del temps gastat.

Roba cosida
en nits de vetlla,
roba comprada
als encants vells,
roba tenyida
de color negre,

roba arreglada

d’algun parent.
Roba donada
per la gent rica,
roba pispada
d’algun terrat,
roba perduda
i retrobada,
roba heretada
dels avantnats.
La ropa tendida
de la gente pobre
en los patios oscuros
y en los descampados
conoce la angustia
de los días grises,
sabe la añoranza
del tiempo gastado.
Ropa cosida
en noches en vela,
ropa comprada
en el mercadillo,
ropa teñida
de color negro,
ropa arreglada
de algún pariente.
Ropa cedida
por gente rica
ropa birlada
en alguna terraza,
ropa perdida
y reencontrada,
ropa heredada
de antepasados.
Roba enterrada
i ressuscitada,
roba menjada
pels detergents,
roba sargida
i apedaçada,
roba bufada

per tots els vents.
Roba bandera
de causa inútil,
roba cansada
de treballar,
roba que plora

sobre els qui passen,
roba que crida
pels seus forats.
Als patis foscos
dels barris pobres
la roba estesa

va degotant,
coneix l’angoixa
dels dies grisos,
sap l’enyorança

del temps gastat.
Ropa enterrada
y resucitada,
ropa roída
por detergentes,
ropa zurcida
y remendada,
ropa aventada
por todos los vientos.
Ropa bandera
de causa inútil,
ropa cansada
de trabajar,
ropa que llora
sobre los que pasan,
ropa que grita
por sus agujeros.
En los patios oscuros
de los barrios pobres
la ropa tendida
va goteando,
conoce la angustia
de los días grises,
sabe la añoranza
del tiempo gastado.


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